#1 Reduce la ansiedad, el compuesto químico del humo que se produce al quemar las hojas de laurel, tiene un efecto calmante en el cuerpo y en la mente. Inhalar su humo con regularidad puede provocar alucinaciones ligeras, pero no te sentirás cansado. Al contrario, este procedimiento te estimula a trabajar en tu persona.
#2 Reduce la inflamación, el eugenol que se encuentra en las hojas de laurel puede actuar como un remedio antiinflamatorio. Usando las hojas de laurel, puedes reducir la inflamación en todo el cuerpo, pero sobre todo en las articulaciones.
#3 Fortalece la inmunidad, para un trabajo normal del organismo se necesitan vitaminas y minerales diferentes. El compuesto eugenol también actúa como antioxidante. Las hojas, quemadas o enteras, se pueden comer tal cual o también se pueden agregar en los platillos. Por cierto, deberías aplicar este consejo si te cuesta deshacerte de tu resfriado.
#4 Lucha contra la diabetes, de acuerdo con una investigación llevada a cabo en los Estados Unidos, tan sólo de 1 a 3 gramos de hojas de laurel al día pueden aliviar algunos síntomas típicos de la diabetes tipo II.
#5 Reduce el cansancio, el humo de las hojas de laurel quemadas no sólo es capaz de calmar a la persona, sino también reduce el cansancio. Inhalando el humo, te pondrás más alerta y recibirás la energía que te hace falta.
#6 Facilita el funcionamiento del sistema respiratorio, las hojas de laurel son una de las medicinas sencillas que pueden curar las vías respiratorias. Inhalar los vapores del aceite de las hojas de laurel ayuda a eliminar las flemas.
#7 Ayuda a meditar, ya que inhalar las hojas de laurel quemadas calma a la persona, se pueden usar como incienso durante meditaciones. Así puedes concentrarte más, lo que ayuda a meditar con mayor eficiencia.